Hace mucho tiempo escribí un artículo mofándomes sobre el «oficio» de la moda, ese oficio que consiste en que los famosos diseñadores de moda que no saben ni cuánto dinero tienen, se dedican a decir «pues este año volveremos a los años 70, y se volverán a llevar hombreras». O: «pues para este invierno, todos con bufandas a cuadros negros». Y como lo dice un tal Adolfo Dominguez, todos los fanáticos de la moda, a pringar, y a gastarse los cuartos.
Me parece patético de una manera patética, valga la expresión. Pero bueno, como ayer se celebró la Madrid Fashion Week esa, que consiste en que modelos escuchumizadas y frenéticamente delgadas salgan a enseñar sus caderas que cabrían en un dedal, dándoles un fatal ejemplo para las chicas jóvenes, por cierto, y provocando desórdenes alimenticios extremos, pues todo vale, por que es muy «fashion». En mi vida vi tal conjunto de superficialidades juntas, pijoteros, y salidos de la realidad. Y es que esas chicas no se enteran: a los chicos les gusta las chicas con curvas, no chicas que parezcan tablas de planchar.
Pero no solo opino yo que los diseñadores de moda hacen daño. El mismo Gobierno de España, en una decisión muy buena, pidió unificar todas las tallas de las mujeres, pues una talla 38 en tal sitio resulta que es la 42 en otra, pero en otro sitio es la 36. Y eso, según el Gobierno, provoca hasta depresión en las mujeres. Y es que no lo entiendo: las tallas miden centímetros. Y 36 centímetros en Zara seguro que son 36 centímetros en Mango, y segurísimo que en HM o C&A también, ¿por que esas absurdas diferencias? ¿Que no saben medir, o qué? Y la cosa no es de broma, ya que según encuestas, más de 44% de los españoles se plantean hacer dieta sin control dieta por culpa de no encontrar talla o por las diferencias de las tallas en las tiendas de ropa.
Para ello el Gobierno unificó las tallas el año pasado en una decisión sin precedentes: El nuevo sistema de patronaje para la ropa dejará de ser una cifra, como lo es hasta ahora, y se basará en varios parámetros; ya que habrá tres medidas, una para cadera, para cintura y para pecho para las diferentes estaturas. Pero eso se dijo en el 2007, y hasta el momento, todo sigue igual. Las grandes marcas de la moda (que todos sabemos cuáles son, no hace falta decirlas aquí) por ahora se salen con la suya, para generar anorexias entre las niñas que ven cómo los modelos son cada vez más delgadas.
En fin, es todo una vulgar hipocresía. La moda es totalmente superficial, y todos somos víctimas del capricho de los diseñadores de moda, que sin seguir ningún criterio «científico» precisamente, dicen y mandan lo que tú te tienes que poner en una temporada concreta. Patético.