Colaboraciones Oconowocc: Carlos Reyes
Cuanto más indago en la parte oscura de nuestra historia, más me percato de lo ciego que estamos a veces, de lo ignorante que somos y de lo mucho que nos queda por saber del lado más oscuro de nuestro pasado. Y todo esto es un preludio del tema que nos concierne ahora.
En plena documentación, ya hace mucho tiempo, me topé con una sociedad secreta escondida a los ojos de la gente, una sociedad secreta que redirigió los hilos de nuestra historia de forma definitiva. Esa sociedad de la que hablo es la bautizada con el nombre de Thule. ¿Qué era la sociedad secreta apodada con este nombre? Pues fue una organización secreta, siendo una escisión de otra también conocida y fundada a principio del siglo XX en Berlín. Mezclaron ideas y rituales masónicos con otros nórdicos, basando todas sus creencias en puro esoterismo y misticismo.
¿Qué buscaban sus miembros? Pues como es lógico de suponer, buscaban la excelencia de la raza aria por encima de las demás, arañando el pasado en busca de un origen perdido –según ellos–. Esta sociedad respaldó con fuerza la candidatura de Hitler, decantándose para apoyar la creación del futuro partido del dictador. No se sabe con certeza si Hitler lo apoyó, ya que hay voces que lo desmienten, pero lo que sí es cierto es que Hitler los utilizó para misiones “secretas”.
¿Qué clase de misiones? Pues se dice que el dictador los envió en varias “excursiones”, operaciones arqueológicas en busca de objetos de supuesto poder sobrenatural. La Sábana Santa, el Santo Grial, la lanza que traspasó a Jesucristo y, sobre todo, el que más me ha impactado a mí, la Mesa de Salomón, objeto que les trajo hasta nuestro país y que los enfrentó a algún que otro peligro. Lo que está claro es que Hitler creía mucho en poderes sobrenaturales, en el verdadero esoterismo, la magia negra y muchas otras prácticas sobrehumanas, algo que adquirió de dicha sociedad secreta. Todo lo que hacía venía apoyado por esta misma razón, y sus planes eran dirigidos en torno a intentar descubrir dichos objetos para alcanzar un poder “más allá de lo normal”.
De todo esto nos queda la gran información que hay al respecto de esta sociedad secreta, una de las menores por ser tan desconocida a nivel global, pero que encierra misterios que se alejan de nuestros conocimientos, y que despertarlos puede hacernos percibir el horror de ansiar un poder mayor al que cualquiera de nosotros podamos controlar. Y otra más, desde las teclas de mi modesto ordenador, que os lanzo: Si un hombre tan obsesionado como Hitler, si esta sociedad secreta y muchas más han tenido en común la búsqueda de un objeto milenario tan codiciado como la Mesa de Salomón, ¿qué verdad encerrará el descubrimiento de este objeto?
No sé cuándo, pero sé que algún día lo descubriremos. Mientras, leeros todo aquello sobre este tema y no duden en disfrutar de su trama en mi novela, En la sombra.
Un saludo oconowoqueros…
Facebook: Carlos Reyes Perfil Escritor
Twitter: Carlos_Reyes_e