El país más poderoso del planeta está a un paso de la suspensión de pagos, fruto de todas las partidas tremendas de gastos que han ido afrontando desde el gobierno de Bush hacia adelante. El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, ha dicho y les ha dado prisa al Congreso a que aprueben techo de gasto y más endeudamiento sino la economía se hundirá, y no solo será malo para Estados Unidos, sino para las demás economías globales de otros países, sería catastrófico.
En los próximos 10 años tienen que haber sido capaces de haber reducido su déficit más de 4 billones de dólares, una burrada de dinero, sin duda. Las agencias de calificación y el Fondo Monetario Internacional ya han advertido de la seria, crítica y delicada situación del panorama económico que tienen allí. Obama ha hecho un discurso a sus ciudadanos pidiendo que supliquen a los republicanos que les ayuden y no se nieguen a recortar partidas de gastos, pero el candidato republicano dice no estar de acuerdo con los recortes que quiere hacer Barack Obama. Es decir, unos y otros peleándose y el país desangrándose poco a poco.
Si pasara lo pero y Estados Unidos entrara en suspensión de pagos, automáticamente los intereses bancarios subirían bastantes puntos, se frenaría los sueldos a las fuerzas armadas y a los funcionarios, pérdida de empleos ya que el Gobierno tendría que prescindir de más del 40% de los sueldos anualmente, la actividad económica se frenaría seriamente, y un largo etcétera. Veremos a ver qué pasa de aquí a los próximos días, ya que para el 2 de agosto quieren hacer el debate para trazar el plan de deficit, aunque, como siempre, los políticos no están mucho por la labor.