Los que conocemos el juego de Minecraft ya sabemos en esencia como engancha y porqué nos engancha. Pero para las personas que aún no lo hayan jugado, es posible que al probarlo piensen: “¿Este juego cómo es posible que enganche a alguien?”
Pues yo creo que una gran parte de las personas que comenzamos a jugarlo al principio comenzamos a pensar lo mismo. Pero, tras probarlo durante 10 minutos, la imaginación comienza a desatarse. Lo que al principio parecía un juego simple, comienza a ampliar el rango de posibilidades. Hasta que cuando te das cuenta, llevas 2 horas seguidas enganchado, tal vez haciendo cosas que en la vida real no harías por placer, como picando piedra, talando árboles o construyéndote tu solito un lujoso apartamento a primera línea de playa.
Cuando inicias por primera vez una partida en modo Supervivencia, apareces por lo general cerca de un bosque, sin ningún ítem y probablemente sin tener ni idea de que hacer. Pues bien, lo primero es conocer cómo funciona tu personaje desde el menú de opciones. Una vez ya te desenvuelves bien con los movimientos, te pones a talar madera como un loco. Y digo como un loco, porque en el juego se hace de noche y cuando se hace de noche salen monstruos y cuando salen monstruos, por lo general, te matan y empiezas de nuevo.
Obviamente hay que evitar eso, pero al margen de los peligros que te envuelven por la noche, hay que lograr primero encontrar madera y lana de oveja. Con la suficiente madera y lana, te montas un pequeño bunker y de madera y una cama para poder pasar la noche en su interior. Si consigues esto antes de que venga la primera noche, avanzar en el juego al principio no va a resultar ser ningún problema. Dado que, creándote un bunker evitas que los monstruos te ataquen, y creándote la cama, cuando la usas la noche pasa volando.
Una vez te has establecido como puedes en el juego, comienzas a avanzar e investigar tu entorno. Gracias a las actualizaciones que van sacando, cada vez hay más ítems y criaturas.
Pienso que, la clave para que este juego enganche reside en la variedad de materiales y las posibilidades que ofrece para construir (o craftear). Ahí es donde el jugador comienza a entrar en una espiral de vicio y frenesí constructor. Y aun comienza a hacerse más interesante cuando el jugador descubre la posibilidad de acceder a portales que te transportan a otras dimensiones. En fin, Minecraft ha demostrado ser (sin necesidad de disponer de unos gráficos sublimes) uno de los juegos que más ha enganchado en estos últimos años a niños, jóvenes y adultos.
Desde Oconowocc recomendamos este juego a todo el que quiera desafiar su imaginación y su capacidad de construir.