Pues acabó la tercera temporada. Una tercera temporada que empezó bien, continuó muy aburrido pero acabó con buenas batallas entre Supergirl y Reign.
Reign es vencida por una kriptonita sintética que Lara Luthor diseña y construye, a espaldas de Supergirl, con lo que comienza una grave enemistad entre ellas por ese motivo. Kara la perdona, y tiene que ir al espacio para acabar de cargarse a Reign y se encuentra a su madre que junto con unos cuantos centenares de kriptonianos, todos sobrevivieron a la explosión de su planeta y deambulan en un asteroide y su ciudad bajo una cúpula.
Tentada está Supergirl de quedarse allí ya que ahí no tiene que guerrear contra nadie y puede vivir con su madre en paz, pero su amor a la justicia en la Humanidad le puede y vuelve a la Tierra para enfrentarse y eliminar definitvamente a Reign pero sin matar a su cuerpo anfitrión. Lo consigue, pero tiene que sacrificarse el padre de J´Onn J´Onzz para que la Tierra no se parta por la mitad para convertirse en Nueva Kriptón.
Su “lio” con Monn-El no puede ser ya que él tiene que volver al futuro, para seguir con su Legión de Superhéroes, y se lleva sorprendentemente al friki genio de los ordenadores que trabaja en el DEO, ya que al parecer es el que salvará el futuro de unas nuevas amenazas. Pero hay más cambio: el Detective Marciano dimite de ser el jefe del DEO para pensar en todo lo que ha pasado, y el cargo se lo da a la hermana de Supergirl, que así podrá cumplir con su sueño de tener familia.
¿Qué pasará en la cuarta temporada? Que a Lena Luthor le ha gustado eso de generar kriptonita, y en eso se basará esta próxima cuarta temporada, en la mala relación que va a tener ella y Supergirl.
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