Hoy día, los jugadores hemos podido presenciar con asombro la evolución gráfica de los videojuegos en cuestión de pocos años.
Y es que, es sorprendente que en tan poco tiempo hemos saltado de los 8 bits a videojuegos a 1080p (y vamos encaminados a resoluciones de 4K). No es que quiera ponerme nostálgico y moñón con esto, pero los jugónes como yo entendemos ese vinculo que tenemos con los juegos de nuestra infancia.
En mi experiencia de gamer, el primer juego con el que me inicié en este mundillo fue con Simon The Sorcerer:
Simon es un joven mago, vestido con una túnica y un sombrero puntiagudo que viaja a una dimensión paralela, donde abundan elfos, orcos y magos. El personaje debe usar su lógica y sus habilidades mágicas para resolver puzzles y progresar en la trama de los diferentes juegos. Su actitud desinteresada hacia los acontecimientos que se van sucediendo y su particular habilidad de empeorar las cosas a medida que salen palabras de su boca lo lleva a situaciones divertidas.
El argumento de la saga mezcla algunas novelas bastante conocidas como «El Hobbit», «Las Cronicas de Narnia» o cuentos de los hermanos Grimm de forma satírica.
El juego estaba catalogado como aventura gráfica y era de esos juegos que enganchaba por su historieta. Tras jugarlo entero, me quedé con las ganas de jugar a su secuela, y con los años me enteré de la existencia de Simon The Sorcerer II por casualidad.
Su segunda parte no me decepcionó en absoluto, volvía con mas sentido del humor y me sorprendió el hecho de que esta secuela estuviese doblada con voz al Español, en lugar de estar los diálogos subtitulados como en el primer juego (el original, que era al que estaba acostumbrado a jugar y no al remake, que si está doblado con voces). Lo que no me convenció demasiado fue el hecho de que, el final del primer juego no coincidiese con su secuela, dado que al final del primer juego Simon es raptado por una mano gigante que lo transporta a otra dimensión.
Su tercera entrega se realizó en 3D para el año 2001, pero esta entrega no fue distribuida en España debido a las criticas negativas recibidas por la industria del videojuego.
La verdadera lástima de este juego fue lo que ocurrió al ceder los derechos del titulo de la saga a una compañía Alemana que, intentando darle un lavado de cara a la historia, cogieron el argumento y comenzaron a asesinarlo con violencia y sin piedad (eso sí, con una calidad gráfica digna), dejando así por terminada la saga en el quinto juego, realizado por la misma compañía que, tras tirar el cadáver de Simon al contenedor de la esquina, cayó en bancarrota.
Y así, queridos amigos, es como se profana una buena saga. ¡Próximamente más y mejor!
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