Un nuevo supuesto hallazo arqueológico hace que algunos estén contentos. ¿A qué nos referimos? Pues a que en la zona del yacimiento de la Sima de las Palomas, en el Cabezo Gordo de Torre Pacheco (Murcia), dicen que hay «posibilidad», es decir, no lo afirman, sino que lo dejan caer, de que hubo cierto intercambio genético con seres humanos modernos, es decir, presentan indicios de hibridación y cruce entre ambas especies: los neandertales y los sapiens.
Este hecho es bastante curioso, ya que la pregunta inmediata es: si la teoría de la evolución dice que de simio pasa a hombre, siendo gradualmente mejorado y evolucionado, primero: ¿cómo es que todavía hay especies menos desarrolladas pululando por ahí, si la evolución es la supervivencia del más fuerte? Segundo: especies diferentes, ¿cómo es que le dan por juntarse y tener hijitos «neandersapiens»? Tercero: de esos supuestos hijos, ¿siguen saliendo los modernos sapiens? ¿y dónde están las pruebas de ello?
La explicación, digamos, oficial dice: » Durante el Pleistoceno (periodo comprendido entre 2,5 millones de años y 12.000 años antes del presente), el número de personas «no era muy elevado y cuando los seres humanos entraron en contacto con otros grupos Neandertales, seguramente, los vieron como humanos». Así, los individuos no tenían grandes posibilidades de elección de pareja, por lo que Trinkaus no estima sorprendente que, de vez en cuando, las relaciones sexuales ocurriesen entre ellos». Es decir, iban en plan Mujeres y Hombres y Viceversa, si no tienes un «sapiens», toma un «neandertal», ¿es eso lo que quiere decir?
¿No es esto simplemente pura especulación, pura y dura? Lo que es más casualidad es que este supuesto hallazgo haya sido justamente ahora que se ha aprobado la construcción del Museo de la Paleontología y de la Evolución Humana de la Región de Murcia, que permitirá a los científicos llevar el trabajo adelante y exponer los restos al público murciano e internacional, centro que será inaugurado el año que viene, 2012.
En definitiva: reconstruyen artísticamente supuestos esqueletos totalmente incompletos y los pintan con apariencia simia, al estilo de los dibujantes de comics. Ningún hecho científico, sino muchos «podría» o «supuestamente».
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