En estos tiempos en España donde se está interviniendo todo, después de haber hecho las reformas laborales, haber hecho las reformas bancarias y otras reformas sociales, toca el turno, o tocará el turno (o quizás no) a las autonomías españolas.
En Oconowocc ya hicimos varios artículos sobre las autonomías en España y cómo la mayoría son deficitarias, más que nada por que pensamos que es un desastre que cada autonomía vaya «a su bola», creando diferencias y desigualdades sociales, económicas que son, por cierto, anticonstitucionales pero nadie dice nada al respecto. El arreglo de las autonomías se hizo gracias a la Constitución de 1978, donde cada región podía llamarse como le diera la gana y tener sus propias provincias por historia. Pero, evidentemente, es algo que hace que España se quede atrás respecto a competitividad en referencia a otros países.
Está claro que historicamente España ha sido un reino de «taifas» o comunidades-reino y eso es algo que no se puede evitar, y que, gestionado bien, no es ni negativo ni malo, todo lo contrario, cada región es como un mini-estado con sus propias leyes regionales que salpican a España como una pluralidad buena, pero el problema es que cada uno a lo largo de los años va a la suya, y esto es insostenible.
Que una comunidad pueda tener competencias de educación, y otras no. Una pueda tener chiringitos, y otras no. Otra que por su foralidad pueda tener diferentes sus propios impuestos o sean diferentes la tributación que en otras, es desigualdad. Que una tenga unas cosas y otras no. Que una diga que el agua es suya y no de a los demás… cosas así son algo que hace que España no sea tan eficiente como otros países.
Si no reducen su déficit las autonomías pueden acabar sin algunas de sus competencias. Chaves, el vicepresidente del Gobierno y encargado de los conflictos autonómicos, dice que «Buscamos la máxima eficiencia en la gestión de los recursos públicos, garantizar el control del déficit y la transparencia de las cuentas públicas», y no quiere oir eso de que las autonomías son despilfarradoras y derrochadoras. Pero, por desgracia, algunas si.
El déficit de las autonomías es palpable y la solución pasa por que las autonomías se coordinen perfectamente con el Gobierno central para no tener que ser intervenidas. Pero, pensemos en las Diputaciones, Conserjerias, Generalidades que cada una tiene, y se verá que ninguna es rentable. La solución es muy dificil, pero algo tendrán que hacer, pero que no paguen las mismas de siempre sino que las nacionalistas a tope también arrimen el hombro, que ya se les ve venir…