Sin duda, de los numerosos escándalos sexuales de abuso de menores que han salpicado estos últimos años en las noticias y medios de comunicación en general sobre la pederastia de algunos curas y sacerdotes, destacamos esta noticia también que… por decirlo suavemente, nos sorprende: presunto esclavismo sexual en el Vaticano. Esta tan trágico y repugnante fue destapado por la famosa y presunta también red de espionaje que sufre la misma Sede, y que amenaza con destapar todos los entresijos que ahi mismo al parecer, ahí.
Presuntamente (y como vemos, recalcamos mucho la palabra «presuntamente») miembros de la gendarmeria vaticana secuestraron a una tal Emanuela Orlandi desde los 15 años (secuestrada en el año 1983) para que participara en fiestas sexuales promovidos por la curía del Vaticano para celebrarlo, recordando curiosamente a las famosas fiestas y orgias romanas en las fechas en las que surgió la llamada «religión católica».
Un tal Gabriele Armoth, para el periódico La Stampa, dijo lo siguiente: «El crimen tuvo un objeto sexual. (…) Se organizaban fiestas y uno de los gendarmes del Vaticano se encargaba de reclutar a las chicas. La red implicaba al personal diplomático de una embajada de la Santa Sede en el extranjero y estoy convencido de que Emanuela fue víctima de este círculo». Creemos que no hay mucho que añadir a este párrafo, puesto literalmente de la persona que lo ha dicho.
Hay un mito al parecer, que dice que la chica fue enterrado en el ataúd de un mafioso llamado Enrico Renantino de Pedis, para ocultarla y hacerla desaparecer para siempre y hacer creer que está muerta. Un mito que al parecer no lo es tanto ya, y aunque el Vaticano, presuntamente, ha intentado ocultarlo como tantas otras cosas sobre otros escándalos sexuales, al final ha salido a la luz mediante filtraciones que están siendo investigadas también.
El tiempo irá diciendo cómo están las investigaciones. Pero desde luego, el Vaticano está más manchado que nunca, y no creemos que su imágen se consiga limpiar fácilmente, si es que se consigue limpiar.
Otro mito que se dice, esta vez en la ciudad de Valencia, es que dicen que en el subsuelo del centro de la ciudad, la plaza del Ayuntamiento, hay varios túneles que conectan algunas iglesias y/o colegios donde mantenían relaciones sexuales monjas y curas, ¿será cierto eso? ¿No será cierto…? Ahí queda.
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