Navegando por esos mundos de Internet, encontré una noticia espeluznante, acojonante, de esas que te dejan con el culo torcido, como diría ese personaje tan sabio llamado wilbur. Decía lo siguiente:
«Los varones de la tribu africana de los Bubal, que habita en la frontera entre Kenia y Somalia, exhiben unos testículos anormalmente grandes. Los adultos tienen por costumbre chupar la vagina de las vacas, pues creen que eso les aporta coraje y valentía. Ademas, a los niños se les da de comer, entre otras cosas, el flujo menstrual de estos animales, lo cual no dejan de hacer hasta que se casan. Debido a ello, se libran de padecer anemia: este liquido menstrual es rico en vitaminas B6, B12, E y D. Pero la ingestión de hormonas les lleva a, pasada la adolescencia, sufrir un aumento en el tamaño de sus testículos, que llegan a alcanzar diámetros de hasta 80 centímetros.»
Mmmmmm… ¿no os entra hambre ante la capacidad culinaria de esa tribu? Y luego dicen que Ferrán Adriá cocina raro. En fin, que dejo la foto para ilustrar tan magna noticia, y para que os quedeis satisfechos de esa sección.
Por cierto, que mi favorito es el que utiliza los huevines para sentarse. ¿Os imaginais lo cómodo que sería eso dentro de dos meses, cuando tengamos que esperar 45 minutos para la mascletá?
Pueden hacer sus comentarios insultando al autor de Retrospecter.