Una vez más, como este país que se llama España es un poco absurdo, ahora hay una región de España llamada Cataluña, concretamente Tarragona, que quiere hacer del «alioli», o «ajoaceite» de toda la vida, la salsa nacional catalana por excelencia. ¿Qué implica esto? Bueno, que en Cataluña se diga y se acepte que el alioli es un invento catalán.
Claro, con todo lo que está cayendo, curioso es que ahora se plantee esta so chorrada, teniendo en cuenta de que precisamente Cataluña tiene problemas más acuciantes que resolver, como es el tema de tener dinero para cubrir las nóminas de los funcionarios de aquí a agosto.
Hablando de Tarragona tiene más problemas que resolver todavía por que de aquí a 5 años se celebran esos desconocidos y nada rentables Juegos Olímpicos del Mediterráneo (esos que hicieron en Almeria y no sirvieron de nada), por la obsesión de tener y más tener eventos deportivos y no han construido todavía nada pues no hay dinero para nada.
Pues en medio de todos estos problemas, he aquí este planteamiento de gente que seguramente no tendrá mucho que hacer y ahora se polemiza con el tema del «alioli», o «ajoaceite». Dicen que incluso tienen más de 1000 firmas para que se considere la salsa nacional de Cataluña, pero claro, ahú hay varias contradicciones:
Primero, si es de Cataluña no puede ser nacional, sino autonómica, esto para empezar. Segundo, por muchas miles de firmas que hayan, en Valencia se utiliza el alioli toda la vida, desde hace siglos, igual que en Aragón. ¿Es que ahora va a ser todo catalán? ¡Qué cosas!, ¿no? No les ha hecho nada de gracia ni en Valencia ni en Aragón que se digan esas cosas, más que nada por que ¿¿para qué alguien va a polemizar por esta tonteria ahora???
Si se utiliza toda la vida en la Comunidad Valenciana, Cataluña y Aragón, y también por cierto en las Islas Baleares, ¿no será que es por que se utilizaba en la antigua Corona de Aragón, entonces? Pues lo lógico sería que se llamara la «salsa mediterránea», por ejemplo. Pero en absoluto esa mania de nacionalizar todo lo que haya ahí, qué mania nacionalista más irritante.
Mientras se resuelve un conflicto que nunca se debió de haber planteado, por que ni se sabe ni hay pruebas históricas que lo demuestren para nada, nos tomaremos un platito de bravas con ajoaceite.