Corrupción y confianza
Lejos sea de nosotros y de esta página, Oconowocc.com, el darles la razón y a los defraudadores o a aquellos que, simplemente, hacen «cosas» flojitas para que Hacienda no se de cuenta. Estamos en contra del fraude y del engaño, y todo el mundo tiene que pagar a Hacienda lo que es justo pagarle. Ya saben: «A César las cosas del César…»
Pero hay algo que es muy evidente, aparte de que en España ya pasa más que en Italia (que ya es mucho decir): la corrupción. Un día nos gustaria sentarnos en una mesa redonda, con el jefe de la oposición Rubalcaba y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con unas papas, unas aceitunillas, unas coca-colas quizás y unas botellitas de agua. Sin trajes ni historias, lo normal como cuando uno pasa el fin de semana.
Y enfrente de ellos un colectivo de ciudadanos, en el que los ciudadanos les dicen, en pocas palabras: «hombre, ustedes nos piden sacrificios, nos piden que paguemos impuestos que ustedes han subido cuando dijeron que no lo harian; ustedes han dejado que los bancos se hicieran los amos para ahora tener que rescatarlos, ustesdes han hecho la vida más difícil a millones de personas; ustedes han provocado el tremendo paro que hay ahora… pero mientras, ustedes no hacen ni un pimiento en contra de la corrupción. ¿No se os cae la cara de vergüenza, o ya se os cayó hace muchos años y no habéis intentado encontrarla y pegarla otra vez en la cabeza?»
Los papeles de Bárcenas, el caso Gürtel, el caso Campeón, el caso Faisán, el caso Pokemon, el caso Urdangarín, el caso Filesa, (algún día, por cierto, podría salir el que pone los nombres tan poco serios para algo tan sumamente grave…), y un patético y largo etcétera, hacen que la ciudadanía diga que es una desfachatez que nos pidan sacrificios cuando uno se acoge a la amnistia fiscal y le perdonan millones de euros. No es justo, nada justo.
Que no se extrañen pues, que la confianza, ya de por si muy baja en la política, ahora sea nula, por que todos los partidos políticos tienen esqueletos en sus armarios: ¡todos!, aunque ahora uno de ellos sea ahora la estrella.
Que no pidan a la ciudadanía más sacrificios, por que siempre son los pobres los que pagan los platos rotos a los ricos. Y la Unión Europea mirando desde el banquillo sin hacer nada. Así nos va.
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