1985 es un magnífico cómic de Marvel, en línea con las llamadas nuevas novelas gráficas que salió hace un tiempo y que todavía no habíamos tenido oportunidad de hablar de él.
El formato es de lujo con lomo negro, y su precio es de 16 euros. ¿Un poco caro? Sí, pero vale la pena absolutamente el leerlo. Imaginad que eres un niño de 13 años que te encantan los comics desde que naciste y que tu madre te tiraba los tebeos de vez en cuando por peligro de «pudrirte el cerebro». Imaginad que, de repente, ves en una ventana de una vieja mansión asomarse a Craneo Rojo y quizás estás ya perdiendo la cabeza. Y por último, imaginad que todo eso pasa en el año 1985.
Pues ese es el argumento. Resulta que un amigo de su padre en esa Tierra, (un «elsewords» en términos de DC) es el primer y único mutante que hay. Y tiene el «don» de convencer a los supervillanos del Universo Marvel de que le obedezcan ciegamente, ¡incluido al mismísimo Galactus! Y a los supervillanos les viene de maravilla por que van a una Tierra donde no existen los superhéroes sino que son de cómic.
Y ahí tenemos a Electro, Doctor Octopus, Craneo Rojo, El Hombre Absorbente, Fundición, el Doctor Muerte incluso como hemos dicho antes, Galactus, que va fabricando su máquina para destruir el planeta y absorber su energía vital, de paso. El niño se da cuenta y aunque todos se burlan y se burlan y se vuelven a burlar, al final ven como todos estos personajes «de comic» van destrozando el pueblo donde viven.
El niño engaña al Trampero y va hacia la casa de donde han salido todos esos personajes y entra en el «agujero entre universos» que han creado y entra en el Universo Marvel. Allí contacta con Los Vengadores y se meten en el mundo «normal» y todos se quedan flipando.
Al final, su padre, que casi se había convertido en indigente pues estaba más a gusto en el mundo de sus comics que en su vida real, pasa a vivir al mundo Marvel, como uno más de ellos. Una excelente historia, bonita, y trepidante de acción.
Recomendamos la lectura de este cómic para estas vacaciones que ya casi están aquí al lado, por fin.