El «problema» griego
La Unión Europea está a punto de caer. Esta es una afirmación no gratuita, sino que viendo lo que se ve con el tema de Grecia, está a puntito de verse de nuevo sacudida tal y como pasó con la crisis económica mundial, y muy posiblemente por el efecto contagio de lo que sucede en Grecia, se vean arrastrados los países que le siguen (España, Italia, Portugal…) y posteriormente afecte a los más poderosos de Europa, Francia y Alemania, y sea el fin definitivo. Una aventura que habrá durado unas décadas y que, tras la primera crisis fuerte económica, no habrán sido capaces de aguantarla. Una lástima,quizás.
Grecia tiene una deuda exasperante. Y para ayudarles, tanto la Unión Europea como el Fondo Monetario Internacional le dan préstamos que a su vez tienen que devolver de manera exasperante, aumentando su agonía económica. Una vez más nos preguntamos… ¿para qué narices sirve Europa entonces…? Si se supone que cuando todo va bien todos somos muy europeos, ahora que la cosa va como va… ¿asfixiamos a uno de los primeros miembros de esta Unión? ¿Es así como se solucionan las cosas a nivel europeo?
Tsipras y el otro ayudante suyo, el de Economía, que parece un portero de discoteca, también tiene su culpa ya que han hecho muchas chulerías y han pasado también un poco de la famosa «troika». Si un país pide dinero y se lo dan, tiene que devolverlo, evidentemente. Se han hecho muy mal las cosas y ahora lo que tampoco se puede hacer es lo que están haciendo que es pasar de todas las propuestas, y menos aún hacer un referendum para no tener la responsabilidad de tomar una decisión.
Y encima, Tsipras está diciendo ¡que se diga que no al referendum! Pero bueno, ¿qué es lo que pasa, que quieren irse a Rusia? ¿Prefieren ser nuevos rusos que europeos? Ellos verán, pero que sepan cómo se las gasta el tío Putin…
Sea como sea, hoy mismo a la hora de redactar este artículo, el país entero ha caído en «default» por no haber pagado la cuota de 1.600 millones de euros y veremos a ver qué es lo que pasa a partir de ahora.
