Una buena noticia el hecho de que ya se sepa quién gestionará a partir de ahora tanto el Oceanográfico como el Ágora, ya que sabiendo su identidad, ya se empezará a gestionarlo de una manera adecuada.
La idea es que gracias a que la Generalitat se va de ahí y ahora sea una empresa privada, es de suponer que explotarán estos recintos de manera absoluta para que haya cada vez más turismo y visitantes a dichas instalaciones. Digamos, que esta parte de la Ciudad de las Artes y las Ciencias es todo un super petrolero pero lo han tratado como un yate de varios palos. Hace falta como quiere hacer Peter Lim en el nuevo Mestalla: que huela a explotación comercial por todas las esquinas para intentar amortizar todo el tremendo gasto que se hizo.
Así que, esperemos que así sea y que tengan mucho éxito en esta nueva aventura empresarial.
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