Si ayer estábamos inmersos en la elección de la importante marca de Ikea en Alfafar o Paterna, y al parecer va a ser en Alfafar, vamos ahora a otro cónclave que a día de hoy no se ha solucionado y le supone a las arcas del Gobierno la friolera de 60.000 euros diarios: el ATC o Almacén Temporal Centralizado de residuos nucleares. Los dos finalistas al parecer son el pueblecito de Zarra, Valle de Ayora de 566 habitantes que está en Valencia, cerquita de Cofrentes, o Ascó, en Cataluña.
El Gobierno saliente, PSOE, recomendó al entrante, Rajoy, que fuera precisamente Zarra puesto que las infraestructuras estaban más o menos hechas debido a la cercanía de la central nuclear de Cofrentes, algo que tanto Camps como ahora Fabra niegan rotundamente, no quieren que esté en la Comunidad Valenciana dicho cementerio nuclear. Es mas, según se afirma, Zapatero estuvo a punto de adjudicar el ATC a Zarra, pero la dimisión de Camps y el adelanto electoral lo impidieron. Según Jorge Alarte, del PSPV, en realidad Rajoy y Fabra sí que quieren que vaya a Zarra por el chorro continuo y anual de dinero que supondría para dicha población, pero está buscando excusas. Sea como sea las terribles políticas de siempre, ya en Oconowocc se habló de este tema que resulta muy polémico. Pero, ¿cuáles son las consecuencias de que en Zarra haya una ATC?
Pues según los ecologistas, muchos efectivos negativos, ya que supondría el fin de la agricultura en la zona, y sobretodo el turismo rural, bastante mermado ya por la central nuclear de Cofrentes. Además, hay que preveer, por desgracia, su hubiera un accidente en dicho ATC lo que supondría para una localidad grande como Valencia, al que si hubiera una nube radioactiva o suelo radioactivo sería como en Fukushima. Sí, hay que preveer lo peor, por si acaso, para estar preparados.
Las consecuencias beneficiosas, únicamente son a efectos de subvenciones y bajada de impuestos y crecimiento de una localidad casi inexistente en el mapa como es ahora Zarra, pero… ¿a qué precio? Actualmente el ATC se encuentra en Francia y nuestros queridos vecinos están hasta las narices de que tengan que tener los residuos nucleares españoles allí, y, con mucha razón, quieren que España tenga su cementerio propio.
En definitiva: mucha politica y mucha polémica hay con este tema. Como no somos expertos en energia nuclear no opinamos, como nunca lo hacemos, solamente dar este mensaje, a quién corresponda: no penséis solo en el dinero, pensad en el bienestar, o no, de los ciudadanos.
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