Coom de una maratón fuera, hemos visto ya la primera temporada. Muy buena serie donde sus últimos 3 episodios tienes que verlos seguidos de lo interesantes que son. Son 10 la primera temporada, a una media de 50 minutos cada uno, y a pesar de que algunos episodios son lentos, el argumento te engancha.
El enésimo problema de la Atlas es el agua, ya que el sistema hídrico secundario se rompe, definitivamente. Es decir, son incapaces de generar agua para sobrevivir, y todavía le quedan 10 días para llegar a Marte. Intentan un plan arriesgadísimo perforando la capa interna de la nave para coger el agua que rodea toda la estructura que está ahí para absorber la radiación, pero se pasan con la taladradora y empieza a escaparse el aire, con lo que tienen que aislar sus camarotes para evitar que se escape más oxígeno y la descompresión.
El otro plan, el último o morirán de sed en 6 días, es ir de nuevo a hacer una viaje espacial y abrir una placa para que ese agua, que automáticamente se convertirá en trozos de hielo por el casi cero absoluto del espacio, mediante una maquinita de electricidad estática dirigen esas placas de hielo hacia unas bolsas y así, derritiéndola, solucionan el problema.
Por fin, en el último episodio, aterrizan en Marte y efectivamente a 300 metros está la otra nave, la Pegasus, con la que tienen repuestos de sobra. Así acaba la primera temporada, la astronauta china rebelándose contra su país y en vez de hacer la foto de ella sola como decía el Acuerdo Internacional, la foto se la hacen todos juntos, por no haber aceptado el gobierno de China que su amiga-amante volviera a su puesto de trabajo en la NASA «china».
Avaba esta temporada y así imaginamos que empezará la segunda, una vez ya en Marte, para hacer la misión de hacer jardines y huertas por allí.