Bush, a quien le tiran zapatos los periodistas iraquies, quiere aplicar lo que él llama una quiebra ordenada.
Ford, como al parecer tiene la economía un poco más saneada, puede quedarse fuera de esta planificación financiera.
El presidente no va a tolerar que se produzca una quiebra desordenada de estas compañías», ha dicho Perino (portavoz de Bush) en una rueda de prensa. «Una quiebra desordenada sería algo muy caótico y supondría un sobresalto para el sistema», ha dicho la funcionaria. «Existe una forma de llevar a cabo procesos de bancarrota de una manera ordenada que conlleva un aterrizaje más suave. De eso es de lo que estamos hablando. Ésa sería una de las opciones», ha dicho Perino, que ha aclarado que aún no hay una decisión firme al respecto y que no podía aventurar cuándo sucedería eso, pero que las deliberaciones estaban «próximas a su conclusión».
El caso es que como no se concedió un crédito puente de 14.000 millones de dólares para General Motors y para Chrysler, el tema está bastante mal para ellos. Lo que no sabemos es si arrastrará definitivamente a Ford o no.