Sinceramente, no se si calificarla de pelicula «buena», tampoco diría película «mala» por que para mi películas malas es Catwoman, o Infectation, o cosas así, por eso he titulado a este artículo como «interesante» para ver.
Se ve que el director después de haberse gastado las neuronas en la saga, grandísima y extraordinaria saga de El Señor de los Anillos, quería hacer una película sencilla y simple, y lo ha conseguido. Distrito 9 es una película que denuncia el abuso que sufrieron los judios por medio de los alemanes nazis.
Jonhanesburgo, en Sudáfrica, viene una nave gigantesca que se queda suspendida en el aire y salen miles y miles de alienígenas, que los ponen en un getto malsano para que vivan allí. Van teniendo hijos y como el ser humano desconfia de ellos a pesar de que no hacen casi nada para ello, los pretenden desahuciar de malas maneras. Los gurús sudafricanos se dedican a comerciar con los aliens con armas alienígenas y en contraprestación les dan como pago a esas armas latas de comida para gatos y perros, que al parecer les encanta.
El problema está que uno de los que los tratan mal, un pez gordo, por accidente absorbe un liquido que le va transformando en alienígena también. Se ve acorrolado por ello por que quieren experimentar con él y entonces se da cuenta de lo mal que lo están pasando los alienígenas y se alía con ellos. Ayuda al otro alienígena y arregla la nave y se va. El distrito 9 desaparece para dar paso al distrito 10 con 2,5 millones de alienígenas pero esta vez con casas decentes.
Curiosa película, la verdad. No se hace aburrida y es bastante amena y de acción. Sí, podríamos calificarla de muy friki, pero todos llevamos a un friki dentro, y al final y al cabo están criticando cómo los judios los trataron como animales quitándoles los derechos humanos del todo. No es para ir al cine, tampoco es para comprársela en DVD, pero vale la pena el alquilarla para pasar un rato entretenido.