Desde luego, no son buenos tiempos para los bancos y cajas valencianas: Bancaja se une a Caja Madrid y pierde peso al llamarse Bankia y trasladar su centro económico a Madrid, la CAM está hecha trizas y super mega intervenida también, y ahora le toca al turno del Banco de Valencia, intervenido en parte a que su socio Bancaja «pasa» del tema y no quiere saber nada de su declive por culpa de ¿cómo no? negocios inmobiliarios arriesgados.
El Banco de España inyecta 1.000 millones de euros de dinero público, acaba con la cúpula administrativa del mismo y le da una línea de crédito de 2.000 millones de euros para poder superar las deudas más inmediatas que tiene. Tras 112 años de historia, el Banco de Valencia se hunde y tiene que ser intervenida por el Estado. Lamentable, pero es así. El episodio negro de esta historia empezó el 7 de noviembre cuando la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) detectó un agujero contable de unos 600 millones de euros. Ahí empezó a desmoronarse todo.
Y ahora ha acabado así. Una pena, pero así es. La Comunidad Valenciana, excepto unas cuantas cajas de menor tamaño, se queda así sin bancos ni cajas valencianos solventes. El problema ahora es… ¿peligrará el plan de viabilidad del Valencia C.F. con el estadio nuevo, teniendo en cuenta que tiene deuda con Bankia y el señor Olivas ha dimitido de Bankia, y también con el Banco de Valencia? ¿Trastocará el plan del préstamo para el nuevo estadio?