El precio de la electricidad en España parece no tocar techo y en muchos hogares aparece el fantasma de la pobreza energética. Lo que hace que muchas familias pasen severas estrecheces para pagar los recibos de luz bajo amenaza de corte inmediato de suministro y dejar oscuras y frías miles de hogares con niños y ancianos.
El drama mencionado anteriormente también aparece en las empresas ya que el sobrecoste de energía que paga una empresa son recursos que deja de utilizar para contratar empleados, lo que se refleja en el nivel de contratación.
En España se pagan unas tarifas de electricidad muy altas en relación a la renta per cápita y las empresas, especialmente las PYMES tienen que recortar de otros sitios para pagar religiosamente el recibo de electricidad.
¿Qué dejan de hacer las PYMES para poder pagar la electricidad?
– contratar un mayor número de empleados
– ampliar las jornadas laborales de los trabajadores
– aumentar el consumo de otros servicios
¿Qué se lograría con unas tarifas eléctricas acordes a la economía española?
– disminuir la tasa de paro
– aumentar las cotizaciones a la Seguridad Social
– incrementar el consumo y por lo tanto el PIB
En resumen, unas tarifas energéticas más justas podrían mejorar, en parte, nuestro maltrecho mercado laboral.
Deja un comentario