Otra película de la plataforma Netflix que hemos podido ver este fin de semana. Además, esta con actores de renombre, como Forest Whitaker o el conocido actor de la inconclusa saga de Divergente, que es el protagonista.
Este protagonista tiene una discusión amarga con su futuro suegro que es Forest, y le llama su novia para recriminárselo al día siguiente. El problema es que a mitad de llamada se oye un temblor, ella dice que comienza a tener mucho miedo y se corta la comunicación. Preocupado, él va a casa de sus suegros de nuevo para ver si saben algo de su hija, y como la respuesta es negativa, él y su suegro de embarcan en un viaje en coche de unos 3.000 kilómetros para ayudar a su hija.
En el viaje suceden muchas cosas: les intentan atracar, les intentan robar el coche, hasta que el suegro muere por una herida de una costilla que no consigue recuperarse. El último tramo del viaje lo hace solo y por fin llega a Seattle donde está su novia. Pero la ciudad está totalmente destruida, y no se sabe si por una bomba atómica, un cataclismo apocalíptico, no se sabe. Hay una nota en su piso para él que dice que vaya a una dirección determinada en el bosque, y ahí la encuentra. Pero tienen que huir de nuevo ya que el cataclismo vuelve: es como si el subsuelo comenzar a explotar con lava destrozando todo lo que pilla por delante.
¿Explicación? Ninguna, y tienes que especular a ver qué narices pasa. Pero a pesar de este inconveniente, la película la recomendamos.
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