Colaboraciones Oconowocc: Bioparc Valencia
La impresionante escultura de un elefante africano tomará el nombre de Publio Cornelio Escipión “El Africano”, dará la bienvenida a los visitantes y simboliza la unión del arte y la naturaleza, su fragilidad y su necesidad de conservación, el principal objetivo de BIOPARC.
* Realizado en acero y materiales naturales como madera y caña, pesa 15 toneladas y tiene unas dimensiones de 11 m. de largo por 8 m. de alto y está llamado a convertirse en un icono de la ciudad de Valencia.
Valencia, 4 de mayo de 2018.- En el año en el que BIOPARC Valencia celebra su 10º Aniversario, un elemento realmente singular está “creciendo” en su plaza exterior para convertirse en el emblema de la filosofía del parque, la unión de la naturaleza y el arte. La original escultura de un elefante africano de 11 metros de largo, 8 metros de alto y 15 toneladas de peso surge por encargo de Rain Forest Valencia, S.A. (BIOPARC Valencia) a Fernando González Sitges. Rain Forest Diseño dirigido por el Arquitecto Luis María Ortiz Valero y por el Ingeniero Luis Ángel Martínez Juez, realizan el soporte técnico durante los once meses que dura la ejecución que González Sitges coordina en un taller de cerrajería valenciano.
El concepto de bienvenida y memorabilidad ha inspirado a este equipo de diseño, dado que la plaza que lo alberga es el espacio de recepción de visitantes a las diferentes propuestas de este nuevo tipo de ocio que desarrolla Rain Forest. Ocio “con causa” cuyo objetivo es acercar la naturaleza salvaje, conmover con la belleza para concienciar a la sociedad y que se comprometa con la conservación del medio ambiente. La Plaza exterior de acceso a BIOPARC es desde hace tiempo en punto de encuentro de la ciudadanía para eventos solidarios, culturales o lúdico-formativos de carácter abierto y ahora aspira a convertirse en algo inolvidable para sus visitantes y en un icono de la ciudad de Valencia.
La escultura del elefante, mezcla de metal y materia orgánica, recuerda la necesidad de unir nuestro desarrollo urbano con el mundo natural. Nombrado Escipión en memoria de Publio Cornelio Escipión “El Africano”, la exposición de su esqueleto interior simboliza, a su vez, la fragilidad de los ecosistemas, de sus animales y plantas. Y la obra en sí, este colosal animal, representa por último la naturaleza del arte y el arte de la naturaleza; una necesidad vital para el espíritu humano y una muestra singular de aquello que el visitante encontrará en cada rincón del interior del parque.
Desde hace semanas podemos ver alzado el armazón de hierro que, con un complicado proceso de construcción y montaje, va completando día a día un majestuoso elefante. La cabeza formada por 6 secciones de estructuras tubulares de
acero es ya visible, así como la enorme trompa metálica y los reconocibles colmillos, cada uno de 150 kg de peso y formados por 2.500 piezas de madera. Próximamente la veremos completada por unas orejas de trenzado tupido de caña natural de 27 m2. En el cuerpo, una vez finalizada la estructura de acero, ahora se realiza el revestimiento de las 26 costillas de madera y también de este material estarán recubiertos los hombros, patas y uñas. La piel del elefante es de chapa de acero de 3 mm de espesor y recubre una superficie de 120 m2.
Toda esta compleja obra artística está anclada en 4 pilares sobre los que descansan las 4 patas del elefante, de 1 metros de altura y 80 cm de diámetro y sostendrán todo el peso de 15 toneladas. Anclados a una losa de hormigón armado y apoyado en un puente de vigas metálicas.
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