La ley exige que el 1 de enero de 2009 desaparecerían las tarifas actuales de la luz de baja tensión que regula el Estado, y así se liberaría esta parte del mercado que son, aproximadamente, veinte millones de usuarios.
Lógicamente, si eso se produce sería con toda seguridad un encarecimiento de las tarifas y eso significa que si a eso le sumamos la gran crisis económica que hay, apaga y vámonos, nunca mejor dicho.
Por eso, parece ser que el Gobierno lo aplazará 6 meses más, hasta el 1 de julio del 2009. Esperemos que así sea.
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