Colaboraciones Oconowocc: Carlos Reyes
Adentrándonos a fechas señaladas para muchas personas, es imposible que no pensemos en uno de los orígenes festivales más internacionales. Cuando todo se mueve en torno a crisis y problemas de otra índole, hay un día que para muchas parejas es un pequeño kit kat en la economía familiar o personal. Ese día es el 14 de febrero, más conocido como el Día de San Valentín. Pero, ¿cuál es el origen de este entrañable personaje mitológico?
Pues este se dice, en la mitología romana, que fue engendrado por Venus y Marte, dos dioses ancestrales. Aunque hay muchas historias entorno a Cupido, la más extendida es la fuente griega provinente de Simónides de Ceos. Dice la leyenda que Cupido nació en Chipre, al igual que Venus. Esta diosa se vio en la necesidad de ocultar a su hijo en los recónditos bosques para que Júpiter no acabara con él, ya que creía este pequeño ser traería la ruina al universo.
El niño fue sobreviviendo gracias a lograr amamantarse de diversas fieras del oscuro bosque, mostrándose piadosas con el pequeño como excepción. Con el tiempo, el pequeño fue formándose, adquiriendo la belleza de su madre y la astucia y sagacidad de su padre. Era un gran arquero, don adquirido en sus días en el bosque. Un buen día, su madre le obsequió con un arco y unas flechas de oro. Las flechas eran de dos clases; unas con punta de oro que concedía el amor, y otras de plomo, que hacían que el corazón de la persona se llenara de olvido e ingratitud.
Nada podía ser salvo del efecto de las flechas de Cupido, ni él mismo, quedando como ejemplo su amor hacia Psique al que se vio sometido. Una de las cosas que nos dice la leyenda es que la razón por la que Cupido no crecía era que el amor no podía crecer sin pasión, según el Oráculo de Temis. El hecho de que se muestre a Cupido con alas es para indicar que el amor es pasajero, y lleva los ojos vendados dando a entender que el amor no ve el mérito de la persona, sino se fija absolutamente en ella. La historia mitológica es mucho más extensa.
Para el Día de San Valentín se ha elegido a lo largo de los años la imagen de este “ángel” mitológico por su representación hacia el amor, ayudado por otros símbolos como bombones y flores. Muchas postales llevan el sello de Cupido. Sin embargo, este personaje mitológico solo representa un día, y sin embargo, desde aquí consideramos que el amor debe expresarse 365 días al año, o 366 si es bisiesto. Cupido mostraba el amor sin pasión, el que se fija en el físico. Pero el verdadero amor es el que escudriña a la persona y percibe su verdadero ser.
Amigos, no esperéis a que llegue el 14 de febrero para demostrarle amor a nuestra pareja… hay muchos más días para SORPRENDERLA.
Un saludo a todos.