Como parte del marketing siempre las grandes empresas hacen «bonitos» anuncios, emotivos anuncios anunciando la magia de la Navidad. Luego viene la cuesta de enero y se ve que se acabó la magia por que cuando ya no tienes ni para pagar la luz, las grandes empresas te siguen notificando que debes el dinero de tus compras… se ve que la Navidad se acaba ahí.
En esta ocasión, tiene gracia la niña es que dice que «todos somos elfos«. «Elfo» lo serás tu, niña. Que, seguro, que ni sabes lo que es un elfo. Un elfo es una criatura «mágica» que proviene de creencias paganas de druidas, como son los duendes, enanos, hadas y otros bicharracos que se inventaron. Por lo tanto, cuando los niños se alegran de que tengan las orejas deformadas como los «elfos», en verdad se están alegrando de que se vayan convirtiendo en monstruos mitológicos. Tiene gracia,
Y eso con la «venia» y aprobación de unos padres que, cual babosa esperpéntica, ven como sus hijos se les forma la oreja asquerosamente deforme, cuando resulta que están orgullosos de que son unas criaturas mitológicas. ¿Qué resultado tiene esto? Que con la tontería de unas fiestas paganas, como es la Navidad (que en realidad son las Saturnalias Romanas), se celebran unas absurdas fiestas.
Alguien puede decir que el origen da igual, al final y al cabo se celebra y ya está. Vale… ¿entonces por que todo el mundo protesta con el 12 de octubre, Día de la Hispanidad? ¿No daba igual el orígen? ¡Se celebra y ya está! ¡Qué más da si presuntamente hay un genocidio anterior! Claro… para unas cosas si y para otras no.. Hay que leer más e informarse, antes de hacer anuncios chorras.