3 a 0 contra Estonia, obra de Mata, Cazorla y Cesc (con una gran jugada con Silva), bastaron para certificar de manera brillante el pase directo al Mundial, sin repescas ni historias, directamente como el equipo campeón que es. No brilló como nos tiene acostumbrados Villa en esta ocasión, y Torres sigue siendo una incógnita.
En cuanto al baloncesto, ganó a Eslovenia pero de nuevo sufriendo, como si no tuvieran ideas. Nada que ver con el baloncesto pre-competición europea que hicieron. Nadie sabe qué les pasa. Al menos, consiguieron en la prórroga una victoria por 90 – 84.
Las dos selecciones, las dos «ñ», siguen adelante.