Una pena, pero la película «Ferdinand» es una apología de lo tontos que, según esa película, aparentan ser los toros.
Provocan la lágrima fácil entre los pequeños que la ven inocentemente, y hay escenas crueles que sorprenden. Se les olvida que a veces vale más que la película sea más graciosa y de risa que no provocar esos sentimientos impropios para los pequeños que la ven.
Ferdinand es una cria de toro que aspira a ser como su padre, un toro adulto que sueña con enfrentarse a los toreros, pero al final acaba muriendo y dejando solo a su cría. Logra escapar y le acoge una familia que le alimenta y le cuida hasta que crece y es adulto. Le atrapan para meterlo en una corrida de toros pero es un toro manso, no bravo, con lo que tambien huye para volver a su casa.
En fin, lamentable película que encima sacan a España como un país de flamenco, retrógrado y que los toros van por ahi paseando por las calles.
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