En el caso de las comunidades que funcionan con calefacción central a gas resulta bastante injusto que todos los propietarios paguen «a escote».
Por ello, ya se prevé una nueva modificación, que entrará en vigor a partir de 2017: cada vecino pagará por la energía que consume y no por su coeficiente de participación.
La mayoría de los sistemas de calefacción central actuales derrochan energía, pero además no llegan a lograr la temperatura requerida en todos los puntos de la vivienda.
Para tratar de paliarlo, el Parlamento Europeo dictó en 2012 una directiva de eficiencia energética que obliga a todos los edificios con instalaciones de climatización central a instalar contadores de consumo individuales.
El objetivo de esta medida pasa por repartir el gasto centralizado, de manera que lo que paga cada propietario se acerque lo más posible a la energía que realmente gasta. El Real Decreto que transpone esta directiva, cuya fecha prevista era junio de 2014, todavía no ha sido promulgado, pero lo será en breve.