Más de 6.000.000 de judios fueron aniquilados debido a la matanza de los soldados y agentes de HItler. Hablamos de los años 1939 al 1945, en plena segunda guerra mundial.
Muchos grupos sociales fueron acribillados, aparte de la etnia judia: gitanos, polacos, eslavos, Testigos de Jehová y también se están queriendo sumar el colectivo de los homosexuales. En total, más 12 millones de personas de matanza.
Ghettos, campos de exterminio, campos de concentración… personas que cuando llegaron pesaban de media 75 kilos los que sobrevivieron llegaron a pesar 30 o 31 kilos.
Adolf Hitler buscaba la «pureza» de la raza e irónicamente ensució la suya para siempre, no olvidándose jamás el Holocausto por el transcurrir de los años. La Gestapo, policia secreta alemana, se encargaba de pillar a todos estos sectores y matarlos:
La triste historia de esto es bastante sencilla de relatar. Primero se creó el concepto de «judio» como enemigo del estado alemán, posiblemente por que los negocios lucrativos la mayor parte la llevaban ellos.
La segunda fase fue despojar de todos los bienes injustamente a la población «judia», ya que eran ya bastante alemanes de años viviendo alli, y deportarlos a territorios especiales.
Una vez allí, empieza la matanza indiscrimanda y la búsqueda de la «verdadera raza aria». Tuvieron un problema ya que muchas generaciones de judios ya estaban el Alemania en aquel entonces, con lo que ¿quién era verdaderamente judio y quien no? Además, varios partidos liberales alemanes se empezaron a oponer a las fervientes y emergentes ideas nazis.
El resto de la historia ya la sabemos. Por suerte, Hitler perdió la guerra, perdió por tanto sus ideas radicales y perdió la vida suicidándose… al menos, eso se cree.
Un ejemplo mas de una gran injusticia de la historia de la humanidad.