Algunos ya lo llaman el «vatileaks», ya que, al parecer, no todo es tan «santo» y «puro» en el Vaticano, y ahora mismo está siendo victima de sus propias guerras interiores, muy al estilo de la «mafia italiana», curiosamente. Vamos a dar algunos ejemplos de lo que decimos:
Se están produciendo un goteo constante de filtraciones del Vaticano que, presuntamente, reflejan movimientos internos por conseguir el poder, guerras de bandos y conspiraciones internas de parte de Benedicto XVI contra algunos cardenales, y viceversa. Es más, se filtró que le quedaba solamente un año de vida, aunque dicen que es falso… ¿o no? Algunos han creído que es que pensaban cometerle un atentado y todo…
Lo que quiere el Papa es hacer un blanqueo de imágen por el tema de los numerosos casos de pederastia y los escándalos que han habido con el Banco del Vaticano. Algunos quieren taparlo como si no pasara nada, y el Papa con respecto al banco quiere ponerlo en el listado de organismos «blancos» y «transparentes» que exige Europa. Y, al parecer, otros no están de acuerdo.
Uno de los documentos filtrados más, digamos, curiosos, es uno que dice que están intentando obligar al Papa a dimitir este año, pues se le está poniendo toda la organización patas arriba, pues está dominando la rama «extrema» del catolicismo y eso no gusta a algunos dirigentes.
Sea todo esto cierto o no, aunque todo indica que sí, cierto es que el Vaticano no está ni mucho menos tanto menos como suelen intentar ver. Mucho negocio, mucho dinero en medio, muchos intereses ocultos, y muchas organizaciones metidas dentro que estiran hacia a un lado cual cuerdas que juegan niños en los patios de recreo.
El Vaticano ya no es esa institución tan «sagrada» como pretendían dar a conocer, y poco a poco las filtraciones en ella está sacando a la luz lo que de verdad hay dentro.
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