Una vez más nos trasladamos a unos raros y monstruosos experimentos que presuntamente se han realizado en Estados Unidos, que pretendían fabricar una especie de virus letal para convertir a la gente en zombis.
De hecho, y esto es pura especulación por supuesto, se habla de cada año están apareciendo más y más casos de gente que se come a otra o que realiza canibalismo sin entender por qué; gente que se supone «normal» y que llegan un momento que parecen caníbales salvajes. Eso, dicen, es interpretado como que el gobierno de Estados Unidos, o uno de sus organismos más secretos, experimenta soltando de vez en cuando unos cuantos virus para probarlo. Por supuesto repetimos que todo es mera especulación.
Lo más curioso del tema es que el mismo gobierno de Estados Unidos ha hecho un manual para sobrevivir a un apocalipsis zombie, y esto sí que no es especulación sino que es real. Es decir, ¿por que un gobierno se supone que serio va a confeccionar un manual para que, por si acaso, apareciera una pandemia de virus que convierta a gente en zombie? ¿Acaso esperan que alguna vez un misterioso virus se escape de un laboratorio escondido y provoque la pandemia?
Salieron incluso imágenes de haber experimentado por perros. De hecho, hay una escalofriante imágen-reportaje, la cual por supuesto no podemos saber si es realidad o un montaje, la cual se ve la cabeza de un pobre perro conectado con cables y reaccionando antes los estímulos de corrientes eléctricas, comida, olores y sabores. En fin, al menos por la Red se ve.
¿Es tan raro sospechar que algún gobierno, tipo antigua Unión Soviética, o Estados Unidos, esté fabricando un virus que convierte a las personas en zombis? El concepto de «zombi» no tiene que ser el concepto de zombi de la serie «The Walking Dead» o las típicas películas de zombis como la famosa saga de la corporación Umbrella. Un zombi puede ser una persona sin mente que va por ahí preparada para matar cualquier objetivo.
Una cosa es segura: que hay secretos muy oscuros en los gobiernos, eso sí que es real. Y que la realidad muchas veces supera a la ficción, nos tememos que también.
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