Pues acabó esta segunda temporada, con angustia y un poco de desesperación, ya que a los chicos les sale todo mal, todo mal, a los pobres. Lástima que solo sean 6 u 8 episodios cada temporada por ahora; en un par de días te ves la temporada entera, es como si no se atreviesen a hacer más por si no tiene éxito. Curioso.
Salen algunos del búnker por que el alimento se va acabando, y los soldados aprovechan para abusar e intentar matar a los que llaman «garrapatas», que son los civiles, y quieren eliminarlos como sea. Mientras, los que se han ido van en aviñon a Noruega para ir a la central subterránea de semillas, y ahí se encuentran a una archivadora, una mujer que al ser bipolar, se encierra en la cabina del avión y destroza los mandos. Como no pueden entrar ya que se encierra allí, ahora tienen que esperar a que se haga de día para que Sol la mate, y cuando lo haga, abran la cabina y arreglen lo que puedan, pero los destrozos son tantos que es misión imposible.
Por suerte, coge el helicóptero la civil que querían matar en el búnker y uno de ellos, el viejecito, se sacrifica estrellando un camión contra el coche de los militares que los quieren matar, y así la amenaza está neutralizada.
Por último, quién bombardeó los aviones de la OTAN? El ejército turco que llega al búnker junto con algunos soldados rusos que quedan vivos ahí dentro. Como sorpresa final, parece que el Sol ya no mata, ya que cuando todas las noches ponen en una caja a una rata para ver si sobrevive a la noche o no, esta vez sí que ha sobrevivido, con lo que… la tercera temporada comenzará también interesante.
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