Esta persona, que no escribo el nombre otra vez por que me cuesta mucho poner encima de la «O» ese signo de puntuación, decía que sentía «placer orgásmico» cuando realizaba sus operaciones y veía que ganaba mucho dinero.
Dicho personaje, ex inversor del banco francés Société Générale, que le hizo perder a esta empresa nada y nada menos que 4.900 millones de euros, declaró ayer ante el juez sin que se hiciese público nada de lo ocurrido durante su comparecencia, pero se ha convertido de nuevo en noticia gracias a una entrevista en el diario Le Parisien donde dijo estas palabras.
Cuenta en esta entrevista que el 7 de julio de 2005, tras los atentados terroristas en Londres, que llama el «premio gordo», hizo «500.000 euros en unos segundos» apostando a la baja por las aseguradoras. «Estaba exultante» continúa «pero me di cuenta de que no estaba bien porque había gente que había sido atacada con bombas. Corrí al baño y vomité».
Pero luego dice que se le pasó el efecto de arrepentimiento enseguida por que volvió a las andadas, con sus sucios tratos económicos.
Como vemos, con ejemplos como este personaje, añadiendo al famoso caso Madoff que hizo suicidarse a muchos multimillonarios, no nos extraña que el sistema capitalista esté cayendo por todo el mundo. Simplemente, no hay derecho que estén pasando estas cosas, unos muriéndose de asco, de hambre, de lo poco que da el paro, o de lo que sea, y otros con placeres orgásmicos atiborrándose de dinero.
¿Hasta donde vamos a llegar?
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