La siempre fuerte y sólida economía británica, con su moneda, la libra, diferente a la del euro, este trimestre según sus datos ha entrado en recesión.
Ya el propio Gobierno inglés asumió que la evolución del PIB experimentaría una contracción en el segundo semestre de 2008, lo que se considera ya recesión, pero el 1,5% del último trimestre supera las estimaciones más pesimistas, que esperaban un recorte del 1,2%, tres décimas por debajo, lo que deja como resultado que, en el conjunto anual, la expansión de la economía inglesa fuese de tan sólo el 0,7%, el índice más bajo desde 1992.
Ya se veía venir tras los últimos resultados y la depreciación singular de la libra. Y ya se ha hecho efectivo, una de las economías más fuertes del planeta, ha entrado en recesión acusada.