Por segunda vez hemos podido leer este gran libro, que poco tiene que ver la película del bueno de Tom Cruise, aunque es buena película.
Pero sin duda el libro es mucho mejor, ya que además se considera referente de la literatura de ciencia-ficción, y el primero que se atreve a que el ser humano no sea capaz de contrarrestar una invasión de los marcianos.
Nos situamos en la Inglaterra de mediados del siglo XIX, donde en el pueblo del protagonista se ve una luz verde como la estela de un cometa caer en el suelo, produciendo llamas y mucho humo. Es el primer cilindro de los marcianos que cae a la Tierra, ya que parece que ven con ojos envidiosos cómo nuestro planeta todavía es muy habitable y su planeta Marte está en ruinas, en términos de habitabilidad.
Se empiezan a oír ruidos desde el interior del cilindro hasta que aparece la primera máquina trípode que con su rayo calórico va matando a toda la gente y destruyendo los edificios. Por cierto, nada se dice de que sea la ropa de la gente la que sobreviva a la muerte.
Enseguida caen dos cilindros más, produciendo lo mismo, y la infantería en forma de decenas de cañones empieza a contraatacar, pero solo consigue derribar a dos, y de pura chiripa. Caen más cilindros y llegan a Londres, y la gente empieza a huir por todos lados produciéndose empujones y muertes por aplastamiento, y la primera pillería de los delincuentes. La infantería hace lo que puede pero se ve ampliamente superada por la tecnologia marciana.
Nuestro protagonista es un filósofo artículista que lo va narrando todo, y en su huida sin su esposa para protegerla, se encuentra de acompañante a un cura que al final parece que se vuelve loco y acaba muriendo, y posteriormente con un loco que dice que este es el fin de la humanidad y al que al final tiene que dejar, ya que chilla y grita… esto sí que es parecido a la película.
Al final, los marcianos tienen que irse a Venus, ya que las bacterias de la Tierra son imposibles de defender para su cuerpo que está totalmente limpio de defensas ya que en Marte no existen, y así la humanidad no pero la naturaleza es quien gana la guerra.
Magnífico libro que recomendamos.