Siguiendo con la serie de artículos sobre algunos misterios de la humanidad, me complace hablaros sobre La Isla de Pascua, aquella isla donde hay miles de estatuas con forma de cabeza y cuerpo.
Se llama Isla de Pascua por que el 5 de abril de 1722, el holandés Jacob Roggerween, descubre la isla y la llamo de Pascua, debido a la celebración religiosa concordante con la fecha. No obstante, no fue sino 48 años después, con la llegada del español Felipe Gonzáles, que se realizó los primeros estudios y registros de esta isla. En estos estudios se da un dato curioso, los españoles indicaron que los habitantes de la isla eran muy distintos de los habitantes de las Américas, más bien, decían, parecían europeos. Primera curiosidad sobre esta isla.
Se encuentran miles de estatuas llamadas «moais», y algunos investigadores arqueólogos en su afan de vanalizar todo, simplemente dicen que son sepulturas funerarias. Puede ser. Pero, surgen varias preguntas: ¿por qué son tan diferentes las formas anatómicas de los moais con los cuerpos humanos normales? ¿o es que habían personas que tenían esa forma, cabeza grande y dedos puntiagudos? y si los había… ¿realmente serían humanos? otra pregunta: en una isla tan pequeña en la que habitaron no llega a centenares de personas, ¿por qué harían miles de estatuas? ¿no se daban cuenta de que se les acababa el espacio?
Otra pregunta interesante es: ¿por qué precisamente en una isla desértica totalmente tuvieron que asentarse algunas personas, que tuvieron que cambiar la composición del suelo creando huertos para poder sobrevivir allí? es decir… ¿por qué precisamente allí, donde se dice que es el ombligo del mundo?
Otros investigadores sugieren que simplemente son representaciones artísticas. Vale, puede ser. Pero… la composición de los materiales de dichas estatuas no coinciden con los del terreno, con lo que los materiales más cercanos están a 15 kilómetros. Por lo tanto, surge otra cuestión:
Sin duda sus creadores estaban obsesionados por la adoración de estas extrañas criaturas o extraños «dioses» por el esfuerzo que necesitaba su creación, pues todas estas estatuas son de piedra y muchas de ellas tiene un tamaño incluso que sobrepasa los 20 metros de altura y las 40 toneladas de peso, pero,¿Cómo las labraban sin conocer el metal? ¿Cuánto tardaban? ¿Cómo hacían para trasladar esas estructuras a unos 15 kilómetros de distancia?
Si según los investigadores la manera de hacer dichas moais fue igual que la de las grandes pirámides de Egipto, es decir, con la cooperación de toda una población, quienes con cuerdas y rodillos arrastraban estas tremendas estructuras hasta el lugar señalado, ¿cuántos rodillos de madera se necesitan para trasladar más de mil moais, sobre todo, cuando se ha dicho, siendo esta una isla casi infértil y cuántos hombres, a sabiendas que la población siempre fue de número muy limitado?
Como siempre, Oconowocc ni apoya ni critica ninguna teoría , pero una vez más si nos vamos al registro bíblico nos encontramos otra vez de nuevo con la realidad de que los hijos de los ángeles y las mujeres eran como semi-dioses para los seres humanos. ¿Pudiera ser la Isla de Pascua una especie de templo de adoración a esos seres tan antiguos? ¿o es que a veces la genética humana hacía que salieran deformes y por eso tienen esos moais esa extraña anatomia?
No se sabe y no sé si sabrá en un tiempo, pero lo que es cierto es que la Isla de Pascua es otro misterio dentro de nuestra humanidad que nunca ha sido descubierto. Para finalizar mi serie de artículos sobre misterios de la humanidad el último articulo de esta serie tratará sobre las pirámides submarinas.