La inmobiliaria valenciana Armiñana Promociones presentó el pasado viernes el concurso voluntario de acreedores al no poder hacer frente a 106 millones de euros de deuda. La caída del famoso empresario y fallero (Juan Armiñana creó la falla Nou Campanar, que ha ganado seis veces la categoría Especial de Valencia) sigue el mismo modelo de construcción de otras firmas como Llanera y Nou Temple.
La estructuración de su deuda a corto plazo ha dilapidado los beneficios de la empresa en un año hasta encontrarse en una situación de dificil situación. «La crisis me obliga a dedicarme las 24 horas del día a mis negocios», dijo Juan Armiñana.
El proceso concursal ha recaído en el juzgado de lo Mercantil número 2. Fernando Presencia es el titular del mismo. Este magistrado ha explicado en sus últimas conferencias que es conveniente reducir el número de acreedores antes de acudir al concurso. Esto es lo que ha hecho Armiñana Promociones. La recomendación se justifica en que así se consigue simplificar el proceso y llegar antes a una solución. Por este motivo, la promotora lleva dos meses generando comentarios sobre su cada día más inminente caída que siempre se retrasaba.
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