La buena noticia, si se le puede aplicar el término «buena», es que el nivel de creación de desempleo ha ido bajando paulatinamente, pero en los últimos 12 meses ha habido más de 1,7 millones de desempleados en España. Una tasa brutal que no se veía desde hace décadas.
El miedo, según los agentes sociales como los sindicatos, es ver qué pasará cuando acabe la temporada estival y empieza el otoño, cuántos desempleados se unirán a las filas del paro, que se prevee que sean decenas de miles y se cree que incluso podría llegar al 20% de la población activa.
Justo, además, de que acabe la temporada estival empezarán a caer las obras del famoso Plan E, que ha tenido un relativo éxito pero claro, las obras licitadas se acabarán y volverán a ir todos al paro. Con lo que habrá que ver qué pasa a partir de la segunda quincena de septiembre para ir dando datos.