Me encantan los debates de La Noria. Muchos medios informativos lo critican, pero son debates actuales, incluso divertidos, en el que 3 personas a la izquierda y 3 a la derecha y en el centro Jordi Gonzalez, se dedican a debatir y a confrontar sus variadas opiniones.
Maria Antonia Iglesias, Enric Sopena, Jorge Verstringe, diputados populares diversos, son los comunes que se dedican a debatir. Estos debates a pesar de que de tanto que discuten no se les entiende, cosa que Jordi Gonzalez ya les avisa sabado tras sabado, refleja una realidad: las dos Españas, la España de la izquierda y la España de la derecha. Una mala realidad ya que la guerra civil española, que dató del 36 al 39, fue precisamente por haber dos españas.
Pero una cosa es un debate y otro tema mas grave son los fanatismos. El debate de ayer político trató de si el hecho simbólico de levantar el brazo y el puño en alto para cantar la Internacional Socialista era un símbolo inocente o un anacronismo de épocas pasadas y superadas. Se está pisando terreno muy peligroso, por que unos decian que era un simple símbolo y ya está pero otros que eran hechos de gente fanatica que para anteponer sus ideas eran capaces de todo.
¿Está volviendo España a las épocas anteriores fanáticas donde la ideología lo era todo, aún antes que las mismas personas? ¿el hecho de levantar el puño y brazo en alto es el principio de una pelea en la que el PSOE y el PP se enzarzan en el Congreso de los Diputados y que puede acabar muy mal para todos?
Como no me canso de repetir, Oconowocc no es una pagina política, es más, detesta la política porque todos son iguales y nadie va a conseguir nada, por eso evidentemente ni se posiciona ni va a gastar una sola neurona en pensarlo. Pero recalca la peligrosidad de que se vuelva a épocas oscuras en España. Esta lucha de las dos fuerzas que se ven en lod debates de La Noria es precisamente la lucha y la pelea que hay entre las dos españas. Dos, por que la izquierda es casi nula así que no cuenta.
Así que, hay que tener mucho cuidado por que al fin y al cabo todos los extremos son malos. Y ojo, que el fuego de la Guerra Civil habrá acabado, pero fijáos cómo reaccionó la gente con el tema de la Memoria Histórica (véase artículo sobre la Ley de la Memoria Histórica). Las brasas del odio y las cenizas de la desconfianza no se han apagado del todo.