Por fin. Por fin se han dado cuenta de que , y más en estos tiempos que se viven, prima más la economía que las vulgares tradiciones nacionalistas. El 19 de marzo, dia de la Cremà, día grande de las Fallas, será un lunes, caiga como caiga y pese a quien pese.
Al fin y al cabo, una fiesta de orígen árabe qué más le daba que cayera en el supuesto día de San José, si los árabes poco (por no decir nada) creían en los santos católicos. Así, y gracias a que supondrá un impacto de más de 730 millones de euros anualmente, una cifra impresionante, por fin han cambiado la fecha para que la fiesta grande de Valencia siempre caiga un lunes, con lo que se aseguran un fin de semana largo e intenso, activo económicamente, todos los años.
Gracias al AVE a Madrid, y alimentado con los cruceros, más la nueva linea AVE a Sevilla y Málaga pasando por Córdoba, y a las nuevas rutas del aeropuerto de Manises, la fiesta se asegura una repercusión nacional e internacional sin precedentes. Más de un millón de turistas se darán cita, como hacen cuando la fiesta cae en lunes o viernes, en Valencia anualmente. ¡No había que desaprovechar esa oportunidad por nada del mundo!
También se ha cambiado el 9 de octubre, Día de la Comunidad Valenciana, para que siempre caiga en lunes. También es una reivindicación de la patronal valenciana y del Observatorio del Comercio Valenciano, además de otros organismos públicos de aquí. Es también una buena idea.
Pero sobretodo nos quedamos con el 19 de marzo. La ciudad, sobretodo el sector de la hostelería, lo agradecerá. Menos mal que por fin se han dado cuenta. Si queremos unas fallas de carácter internacional, ese era otro paso importante a dar.