La realidad es que no nos ha gustado nada. Pobre serie, pobre argumento, pobres actores… en general muy floja, bajo nuestro punto de vista. Y es una pena, ya que la saga de películas (excepto las precuelas) es muy buena pero la manía de hacer este tipo de series así de flojas hace que estropee el resto.
La idea de la primera temporada es que una elfa sigue buscando a Sauron, al que todos creen muerto, pero ella sospecha de que sigue bien vino, pero nadie la cree. Ella hace un viaje para intentar encontrarlo y mientras, en otro hilo argumental, los medianos (que parecen ecologistas hippis) ven que un meteorito cae a la Tierra y resulta ser, en principio, Gandalf el Gris, pero no se sabe todavía.
Los guionistas «juegan» de alguna manera a que es Sauron, pero todo parece indicar que es Gandalf, que ha llegado a la Tierra de nuevo ya que la amenaza de Sauron no acabó realmente.
Al final de la historia, se crean unos anillos de poder que parecen caramelos de peseta y media por cierto, en las últimas escenas de la temporada, y este hecho lo aprovecha el Sauron de verdad que es uno de los artífices de crear esas armas sin que los demás sepan que es él. La elfa al final se da cuenta y también su amigo elfo pero ya es tarde, y Sauron conoce la existencia de esos anillos.
Así concluye esta temporada que, como no la mejoren, la segunda será igual de aburrida.
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