La película no está mal del todo; no estamos a favor de que es totalmente horrible, más que nada porque hay que tener en cuenta que es imposible hacer una película que sea fiel a los dibujos, es imposible. Eso sí, las armaduras de oro se las podrían haber currado un poco, ya que hasta en «Ira de Titanes» están mejor hechas.
En fin, el argumento es que Seiya es un chaval que vive de apuestas de peleas y que tiene el famoso «cosmos» que solamente es capaz de sacarlo cuando su vida está en peligro. Sean Bean, padre de la chica que es la reencarnación de Atenea, lo localiza y le dice que quiere y necesita que forme parte de los caballeros protectores de Atenea, que está a punto de ver la luz ya que la chica reencarnada empieza a ser mayorcita y necesitará protección.
Curiosamente necesitará protección de su propia madre que se la quiere cargar ya que piensa que Atenea ha venido al mundo para destruirlo, no para salvarlo. Pero al padre, Sean Bean, dice que es su hija y que tiene que darle la oportunidad de desarrollarse y que ella misma controle sus tremendos poderes cósmicos.
Al final la madre manda al caballero del Fénix a cargársela pero se enfrenta a Seiya, ya con su armadura de Pegado, listo para ser un verdadero caballero ya que obtiene su armadura después de su entrenamiento con su tutora Medusa.
Las peleas evidentemente no son como la serie animada, pero en una película es muy difícil hacerlo así. La película es entretenida y la recomendamos.
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