Desde luego, no se entiende la fijación que se tiene con los chiringuitos de Valencia. Ahora de nuevo el Departamento de Costa del Gobierno Central quieren volver a recortar los metros de las terrazas de los 8 chiringuitos de la Malvarrosa para dejar «menos huella» visible en la playa.
Vaya estupidez. Los chiringuitos mueven decenas de miles de euros cada uno anualmente y resultan en un atractivo turístico sin precedentes para todas las ciudades costeras, se llamen Barcelona, Valencia o Málaga, que son las principales en Turismo. Ganarán metros en los pisos de arriba pero en lo principal, las terrazas de abajo, volverán quizás a tener que realizar obras para acomodarlo a la estúpida y restrictiva ley de Costas, que se ve que la Comunidad Valenciana es la única que «estropea» las costas.
Claro, se esperaba que con la legislatura del PP la competencia de Costas la transfiriera a la Comunidad Valenciana, pero como el peso político de aquí es menor que el de Extremadura o Ceuta y Melilla (que ya es decir…) y eso aquí casi siempre ha gobernado el PP, otra vez aparecen los problemas. ¿Vendrá ahora Ana Pastor para prometer que las terrazas se quedarán como están tal y como promete ahora que el túnel se soterrará a su paso por Valencia, nos referimos al corredor Mediterráneo…? Patético, señores.
Si el PP de aquí pierde las elecciones, que se lo hagan ver y que vean el porqué: el clásico ninguneo a los intereses de esta comunidad.
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