Tenía razón Pablo Motos, del Hormiguero, cuando en su libro No Somos Nadie I decía que es muy fácil ganar un premio Goya a la mejor película; simplemente el hacer una película de la Guerra Civil Española vista desde el punto de vista de un niño. Pues… ¡tachán! Efectivamente, dicha película ha sido galardonada con varios Goyas. Curioso, ¿verdad?
Otro detalle de «lo de siempre» en los premios Goya es que el presentador fue de nuevo Buenafuente y repitió 27 veces y media que era catalán, por si alguien no lo sabía. Un detalle curioso fue que salió el de la barretina, el cretino que se dedica a salir en los grandes eventos con ese sombrerillo para dar la nota. La pregunta es, ¿no habría manera de ponerle una multaza o de prisión domiciliaria durante un cierto tiempo, en vez de ridiculizar siempre la imágen de los españoles o de las fuerzas de vigilancia y seguridad cuando se lo salta y sale siempre a decir su idiotez?
Algo que me pareció de risa fue los comentarios de TVE1 cuando anunciaban la llegada de Javier Bardem. «Oh, ha llegado Javier Bardem», «oh, hemos podido tocar a Javier Bardem», y «nadie se esperaba la aparición de Javier Bardem». Señores, si una vez que viene Javier Bardem por que prefiere estar en Hollywood en vez de en España por que evidentemente tiene más caché, y una vez que viene lo tratan como a un semidios de las mitologías griegas, eso es un poco «lameculismo», ¿no?
Luego, los chistes y los videos «chorra» que pusieron, con bastante poca gracia. Lo unico que fue bastante bueno y con gran emoción fue el video que pusieron sobre los actores que habían muerto recientemente, o directores y gente relacionada con el mundo del cine. Esperaba, no obstante, alguna mención del valenciano Berlanga, el director más importante que ha tenido, pero solo mostraron una foto.
Por lo demás, lo más original a nuestro parecer fue ver a Santiago Segura aprovechando su participación y aprovechando el anunciar para el 11 de marzo la película de Torrente 4. Las palabras de Alex de la Iglesia fueron acertadas cuando en una entrevista previa comentó que efectivamente la audiencia del cine español habia vuelto a bajar y que tenían que intentar hacer películas mejores. Un comentario humilde, autocrítico y acertado. Por suerte o por desgracia, la receta para que el cine español aumente de audiencia es que mas o menos se parezcan, lo máximo posible a las películas norteamericanas. Ese es el secreto, cómo películas anteriores españolas ya están haciendo.
Curioso, por último, fue ver la crítica de Alex de la Iglesia a la ministra Sinde, de Cultura, a propósito de la nueva Ley Sinde que coharta el progreso de España en internet, bajo nuestro punto de vista.
En definitiva, nada nuevo con esto de los Goya. Un «quiero y no puedo». A ver si para el año que viene las películas españolas (que algunas son realmente buenas) dan otro salto de calidad para que el cine español pueda competir en igualdad de condiciones. Para hacer una buena película, no hace falta gastarse millonadas de euros, con lo que esa excusa no vale.
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