No ha estado, bajo nuestra opinión, a la altura de la gran saga de las 3 primeras películas. Y eso que los efectos especiales son muy buenos, pero el argumento… deja un poqiuto que desear.
60 años después de los acontecimientos de Matrix: Revolutions, por culpa de una rebelión interna entre las mismas máquinas, hacen un nuevo Matrix donde purgan a programas tan importantes como el Arquitecto o la misma Oráculo. Quedan otros programas como «exiliados», como el simpático francés que otrora era muy poderoso, y ahora es un paria en la nueva Matrix.
En esta nueva Matrix han hecho creer a Neo, que vuelve a ser el señor Anderson, que todo lo que vivió era parte de un videojuego y que nunca ha existido tal cosa como Matrix. En la realidad, después de haberse enfrentado a Smith y haber muerto, las mismas máquinas «reconstruyen» y curan su cuerpo y el de Trinity y se dan cuenta de que cuando están cerca producen una energía altísima. Pero Trinity lleva décadas con una nueva vida e hijos, ¿querrá dejar todo eso atrás y volver a la «realidad» junto con su amado Neo? Lo hace, evidentemente.
Y al final los dos logran enfrentarse al nuevo «arquitecto», a un nuevo «agente Smith» y aunque Neo ya no es el de antes y no puede volar, resulta que Trinity sí, y los dos ahora dicen que van a hacer una nueva Matrix. Es decir, final abierto.
En definitiva, no está mal la película, pero… no es como antes.
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