Ni políticas de izquierdas, ni políticas de derechas, ni nada de nada. Aquí cada uno va a hacer la guerra por su parte.
Ayer en el Gran Circo (y no el de la Fórmula 1, precisamente) del Congreso de los Diputados, se iba a aprobar una reforma fiscal sobre, por ejemplo, que a las rentas más altas se les subirían los impuestos, que seguiría la famosa deducción de los 400 € y los 2.500 € por nacimiento de hijo (que por ciero están en peligro las dos) y que los nuevos «galácticos» como Kaká y Cristiano Ronaldo pagaran más en España ya que, por si no se sabía, los dos pagarán lo mínimo de impuestos por una estúpida ley que dice que los no residentes pagan casi nada, menos de la mitad que lo que tendrían que pagar si fueran españoles.
Pero en menos de 6 horas todo cambia, se pelea CIU contra Izquierda Unida, hay reproches, enmiendas por aquí y por allá, y la reforma fiscal se quedan en nada.
Entonces, ¿en qué quedamos? ¿hay políticas de izquierdas, o de derechas, o en verdad hay la política de «yo hago lo que haga que la gente me vote más que al otro»? Que triste.