La recomendamos, ya que aunque no tiene el sabor original de su predecesora, hay que admitir que han reproducido muy bien el ambiente futurista y oscuro, gris y siempre lloviendo, de la Blade Runner original.
En esta larga película (dos horas y quince minutos ni más ni menos), nos explican que casi 50 años después, una empresa compra a la anterior que creó a los antiguos Replicantes para hacerlos nuevos: una nueva serie de Replicantes que acabarán por destruir a los modelos anteriores, y aunque siguen siendo Replicantes, estos obedecen sí o sí al ser humano, para no cometer los errores de antaño.
El protagonista tiene que ir acabando con los antiguos, y este sabe que él mismo es un Replicante de los modelos nuevos, y se llaman asímismos Blade Runner también. El problema empieza cuando una replicante hembra se queda embarazada y tiene una hija. Esta hija, es ni más ni menos que la hija de Deker, Harrison Ford el Replicante de la primera película, y lo busca para que sepa que es padre. Encuentra en una ciudad muerta a Harrison Ford y aunque sabe que es padre, no volvió a ver a su hija para no saber de ella, ya que estaban cazando a todos los Replicantes y no quería que ella tuviera la misma suerte.
Se unen tanto Harrison Ford como el protagonista, y consiguen sobrevivir huyendo de los demás. Al final, lleva a Decker a ver a su hija, que está en una habitación-burbuja para siempre ya que no aguanta los microbios del exterior. Así, abruptamente, acaba la película.
De todas formas, pese a este final rápido, el ambiente que se crea es genial y la recomendamos ver.
A destacar dos cosas: la música de Vangelis, ligeramente modificada para esta película, y al puro estilo Matrix, 3 cortos de animación que explican qué paso desde la última película hasta el 2049, incluido el «Apagón» del 2021, que recomendamos ver tambien.
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