Divertida película que le ponemos solo un «pero» y es la continua suelta de palabrotas por parte de los dos; pero a pesar de eso, la película vale la pena para verla en casa un domingo por la tarde.
Michael Bryce es el actor Ryan Reynolds (Deadpool), que trabajaba en la élite de los guardaespaldas (era un tripe A, es decir, lo más de lo más) pero un fallo hizo que mataran a su cliente y le echaran de dicho estatus. Por ello, se hizo guardaespaldas privado de otro tipo de gente para ganarse la vida.
Pero… el dictador de Bielorusia va a ser juzgado en la Corte Penal Internacional y su ex novia tiene que llamar otra vez a Bryce para que esta vez escolte al asesino principal de dicho dictador, que es Samuel L. Jackson y tiene que protegerlo ya que es el único que puede testificar en contra del dictador para encarcelarlo de por vida. El dictador les envía montones de soldados a su cargo para cargarse a Samuel L. Jackson y entre él y su nuevo guardaespaldas llegan a tiempo a dicha Corte penal para poder procesar al dictador.
Al final acaba bien la película, ya que Ryan Reynolds vuelve a la élite de los guardaespaldas, vuelve con su novia y aunque Samuel L. Jackson le encarcelan otra vez, se escapa a El Salvador para volver con su mujer, una chica con mucho carácter cuya actriz es Salma Hayek.
Divertida película para ver.
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