Magnífico final, mejor de lo esperado, para esta saga de películas futurista y post apocalíptica sobre los juegos del hambre, esos juegos que se celebran para sacrificar a sus tributos en memoria de la guerra que hubo años atrás.
En esta cuarta película nuestra protagonista empieza a estar muy cansada de ser mero fruto de la propaganda de los rebeldes que van en contra del Capitolio, y decide ella sola por propia iniciativa a por ellos, ayudados por unos soldados que admiran a la «Sinsajo«.
Al final ganan la guerra los rebeldes, pero sacrificando a mujeres y niños y diciendo que ha sido el Capitolio. Es decir, su bando gana pero ella está indignada de la manera cómo han ganado ya que su propia hermana muere en las explosiones provocadas a propósito y en unas escenas sin precedentes, mata de un flechazo a la jefa rebelde, y los mismos habitantes del Capitolio y de los Distritos matan al jefe del Capitolio.
Se celebran elecciones democráticas y ella desaparece, quedándose con Peetah y teniendo familia. Queda muy bien la película y la recomendamos ver.